Tuesday
I
Retrato del superhéroe adolescente
by Índice on abr 12, 2011 • 7:25 PM
Uno de los temas más recurrentes en las novelas, los cómics, videojuegos y otras expresiones, es el paso de la adolescencia a la madurez física y mental. Lo que uno requiere para no sólo ser uno más: Gawain quiere probar su valía a la corte del Rey Arturo, Emil Sinclair busca en qué creer, Stephen Dedalus encuentra en el arte su refugio, Robin quien heredará, eso cree, el manto de Batman.
Este género se conoce como Bildungsroman, una novela de formación, a coming of age tale. En los ejemplos me veo extendiendo un poco el término y agregándole algo personal, Sir Gawain and the Green Knight no se considera normalmente en el género. Se suele decir que Goethe inició el Bildungsroman, popular en el siglo XIX y a principios del XX, como los otros dos trabajos a los que hago referencia, Demian de Hermann Hesse y A Portrait of the Artist as a Young Man (esta pertenece al subgénero Künstlerroman, donde el crecimiento es el de un artista). De acuerdo a Suzanne Hader, un Bildungsroman se distingue por lo siguiente:
«1. A Bildungsroman is, most generally, the story of a single individual’s growth and development within the context of a defined social order. The growth process, at its roots a quest story, has been described as both “an apprenticeship to life” and a “search for meaningful existence within society.”
2. To spur the hero or heroine on to their journey, some form of loss or discontent must jar them at an early stage away from the home or family setting.
3. The process of maturity is long, arduous, and gradual, consisting of repeated clashes between the protagonist’s needs and desires and the views and judgments enforced by an unbending social order.
4. Eventually, the spirit and values of the social order become manifest in the protagonist, who is then accommodated into society. The novel ends with an assessment by the protagonist of himself and his new place in that society.» [1]
En cómics la tendencia reciente es mostrar a héroes renovados o en sus últimas. Las nuevas entregas de Batman (en especial Batman RIP, Battle for the Cowl y Batman Inc.) son muestras pequeñas. No resulta extraño que DC haga uso recurrente de estos temas en sus series animadas. Caricaturas basadas en héroes podrían ir desde los Super amigos hasta las nuevas aventuras de Batman en The Brave and the Bold. Sin embargo en algunos casos se ha optado por un rumbo diferente, un Bildungsroman animado donde los protagonistas son los sidekicks.
Los personajes de DC no siempre se envuelven en buenas historias. Los chistes comunes, las historias poco complejas y la falta de un desarrollo de personajes hacen que estas expresiones de la cultura pop sean poco tomadas en cuenta. El caso de las películas Batman & Robin y Batman Forever todavía no se ha reparado por completo, una tarea que Nolan ha tenido que corregir. Es similar lo que sucede con estas series de jóvenes héroes, mencionaré algunos casos famosos, en su mayoría proyectos que no estuvieron a la altura de lo que se proponían.
Smallville es el caso más sonado porque no es animado y contó con el tratamiento de un Dawson’s Creek con poderes. La serie está a punto de acabar y, después de diez años, al fin se está viendo lo que se prometió en las primeras temporadas, un joven Clark Kent que debe encontrar y forjar la identidad de El hombre de acero. The Batman, otra caricatura parcialmente influenciada por el filme de Nolan Batman Begins, narra la historia de los primeros años de Bruce Wayne como el caballero de la noche, no tuvo el éxito esperado porque no se trabajó el mito correctamente. Teen Titans, la serie con un estilo de animación mezcla del cartoon americano y el anime japonés, es lo más cercano a un Bildungsroman pero falla por ser bastante ligera en sus historias, llena de paja y bromas recurrentes que arruinan lo rescatable que pudiera tener. [2] [3] Recobré mi fe cuando vi Batman: Under the Red Hood, una película animada que relata el crecimiento de Batman como persona, el cambio de Robin –hablando poco de la historia del paso del adolescente a un hombre, y de la desesperanza y corruptible moral de un joven, Jason Todd.
by Índice on abr 12, 2011 • 7:25 PM
Uno de los temas más recurrentes en las novelas, los cómics, videojuegos y otras expresiones, es el paso de la adolescencia a la madurez física y mental. Lo que uno requiere para no sólo ser uno más: Gawain quiere probar su valía a la corte del Rey Arturo, Emil Sinclair busca en qué creer, Stephen Dedalus encuentra en el arte su refugio, Robin quien heredará, eso cree, el manto de Batman.
Este género se conoce como Bildungsroman, una novela de formación, a coming of age tale. En los ejemplos me veo extendiendo un poco el término y agregándole algo personal, Sir Gawain and the Green Knight no se considera normalmente en el género. Se suele decir que Goethe inició el Bildungsroman, popular en el siglo XIX y a principios del XX, como los otros dos trabajos a los que hago referencia, Demian de Hermann Hesse y A Portrait of the Artist as a Young Man (esta pertenece al subgénero Künstlerroman, donde el crecimiento es el de un artista). De acuerdo a Suzanne Hader, un Bildungsroman se distingue por lo siguiente:
«1. A Bildungsroman is, most generally, the story of a single individual’s growth and development within the context of a defined social order. The growth process, at its roots a quest story, has been described as both “an apprenticeship to life” and a “search for meaningful existence within society.”
2. To spur the hero or heroine on to their journey, some form of loss or discontent must jar them at an early stage away from the home or family setting.
3. The process of maturity is long, arduous, and gradual, consisting of repeated clashes between the protagonist’s needs and desires and the views and judgments enforced by an unbending social order.
4. Eventually, the spirit and values of the social order become manifest in the protagonist, who is then accommodated into society. The novel ends with an assessment by the protagonist of himself and his new place in that society.» [1]
En cómics la tendencia reciente es mostrar a héroes renovados o en sus últimas. Las nuevas entregas de Batman (en especial Batman RIP, Battle for the Cowl y Batman Inc.) son muestras pequeñas. No resulta extraño que DC haga uso recurrente de estos temas en sus series animadas. Caricaturas basadas en héroes podrían ir desde los Super amigos hasta las nuevas aventuras de Batman en The Brave and the Bold. Sin embargo en algunos casos se ha optado por un rumbo diferente, un Bildungsroman animado donde los protagonistas son los sidekicks.
Los personajes de DC no siempre se envuelven en buenas historias. Los chistes comunes, las historias poco complejas y la falta de un desarrollo de personajes hacen que estas expresiones de la cultura pop sean poco tomadas en cuenta. El caso de las películas Batman & Robin y Batman Forever todavía no se ha reparado por completo, una tarea que Nolan ha tenido que corregir. Es similar lo que sucede con estas series de jóvenes héroes, mencionaré algunos casos famosos, en su mayoría proyectos que no estuvieron a la altura de lo que se proponían.
Smallville es el caso más sonado porque no es animado y contó con el tratamiento de un Dawson’s Creek con poderes. La serie está a punto de acabar y, después de diez años, al fin se está viendo lo que se prometió en las primeras temporadas, un joven Clark Kent que debe encontrar y forjar la identidad de El hombre de acero. The Batman, otra caricatura parcialmente influenciada por el filme de Nolan Batman Begins, narra la historia de los primeros años de Bruce Wayne como el caballero de la noche, no tuvo el éxito esperado porque no se trabajó el mito correctamente. Teen Titans, la serie con un estilo de animación mezcla del cartoon americano y el anime japonés, es lo más cercano a un Bildungsroman pero falla por ser bastante ligera en sus historias, llena de paja y bromas recurrentes que arruinan lo rescatable que pudiera tener. [2] [3] Recobré mi fe cuando vi Batman: Under the Red Hood, una película animada que relata el crecimiento de Batman como persona, el cambio de Robin –hablando poco de la historia del paso del adolescente a un hombre, y de la desesperanza y corruptible moral de un joven, Jason Todd.
La emisión de la serie animada, Young Justice se perfila para ser un momento clave para el futuro desarrollo del Bildungsroman de super héroes. La narración se centra en los héroes adolescentes en búsqueda de ser reconocidos como miembros completos de la Liga de la Justicia. Los temas trazados hasta la emisión del noveno episodio son la confianza, el crecimiento mental, madurez y control de emociones. Si Young Justice mantiene esa línea, estamos hablando de una serie capaz de reivindicar el Bildungsroman popular.
El camino es, por supuesto, largo. La cultura pop, y en particular el subgénero de héroes, ha sufrido ataques de desprecio desde la academia, los críticos de arte y cultura, los artistas y a veces hasta de su mismo público, quienes no creen que lo que les gusta sea apreciable como objeto de estudio. Mucho han tenido que ver las pobres historias y la mala fe de la industria cultural, que creen que la cultura pop debe tratar temas irreales, poco complejos y sin una lógica detrás de ellos. La ciencia ficción ha venido ganando terreno. Creo en novelas como Demian y A Portrait of the Artist as a Young Man, exponentes importantes del Bildungsroman, crudas, positivas, llenas de desesperanza y al final de reconocimiento interno, de aceptación del individuo. Young Justice es un gran Bildungsroman, capaz de cambiar los mejores temas de las novelas de Hesse y Joyce para mostrar que el camino de un héroe es difícil, la aceptación de la sociedad requiere también de la ruptura que uno tiene con sus propias ideas y convenciones acerca del bien, del mal y de la sociedad. Ya decía Hesse «quien quiera nacer tiene que destruir un mundo». [4]
Notas
[1] Hader, Suzanne. “The Bildungsroman Genre: Great Expectations, Aurora Leigh, and Waterland.“ The Victorian Web: Literature, History & Culture in the Age ofVictoria <http://www.victorianweb.org/genre/hader1.html>.
[2] No menciono muchas otras series por facilidad. Incluiría Legión de Superhéroescomo un ejemplo de jóvenes héroes intentando entrar en las ligas mayores.
[3] Quizá el más grande ejemplo de Bildungsroman en historias de héroes ni siquiera sea de DC. El avance de la película ficticia Grayson se enfoca en la muerte de Batman y la desesperación de Dick Grayson (el primer Robin) por investigar quién asesinó a su mentor.
[4] La cita completa es de Demian. «Der Vogel kämpft sich aus dem Ei. Das Ei ist die Welt. Wer geboren werden will, muß eine Welt zerstören. Der Vogel fliegt zu Gott. Der Gott heißt Abraxas.»
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