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MZ



Cyborgs para todxs

Por Mariano Zamorano
Las mellizas del bardo, de Hernán Vanoli.
Editorial Clase Turista, 2012. Colección Saqueos en Greiscol. 79 páginas. $ 40.
Foto de tapa: Marina Alessio.

En tiempos de reivindicaciones feministas, las mujeres permanecieron incólumes en el papel secundario que les toca dentro del mundo futbolístico local. Todavía no se las vio subidas al paravalanchas manejando alguna tribuna  y la novedad pasa por tener alguna comentarista perdida en el Fútbol Para Todos. Para pensar en cierto protagonismo hay que remontarse a los 60 con la Gorda Matosas o a los 70 con La Raulito, aunque sólo hayan sido personajes pintorescos de las tribunas. En Las mellizas del bardo, Hernán Vanoli recrea un mundo “dominado por las mujeres”, en donde Vicky y Naty intentan ascender posiciones como barrabravas de Boca Juniors.  Les gustan por igual las emboscadas, el asado y los picaditos, pero por sobre todas las cosas son protagonistas de su propio clásico con las cuervas.
Las mellizas del bardo comienza con Naty narrando la forma en la que se colaron junto a Vicky en un colectivo de la línea 25 (“un Mercedes de los viejos, cagados a palos”), refugiadas con remeras de San Lorenzo choreadas en la avenida Almirante Brown, para sacar información rival “sobre cómo se manejan con los trapos, con la yuta y con las armas”.  La situación se les termina yendo de las manos y el final lo marcan las placas rojas de la  televisión que anuncian “DOS MUERTAS y TRES HERIDAS EN BRUTAL ENFRENTAMIENTO BARABRAVA”. Responsables absolutas de los asesinatos de las cuervas, Vicky y Naty deberán asistir a un asado en donde la cúpula de la barrabrava liderada por la Gorda Ibáñez decide el futuro de ambas: el precio a cambio del encubrimiento será un viaje a Mar del Plata en el Ford Orion de la Torda con el fin de entregar una carga desconocida a unas brasileñas. Llenas de dudas y sin otra opción, las mellizas del bardo aceptan lo impuesto pero a la altura de Chascomús se encuentran con que el objeto a transar es el cyborg Lionel Messi, ex jugador de Barcelona y consagrado campeón del Mundial 2014. A Vicky y a Naty no les resulta difícil imaginar el negocio pactado: las brasileñas quieren al cyborg Lionel  -quien se activa con la carga de nafta humana “pura, rica y celestial”-  para que juegue la próxima liguilla brasilera. El motín, calculan, debe rondar los cien mil dólares a repartir con la AFA y el club.
En una reciente entrevista Vanoli celebró la aparición desde 2000 de “una literatura que incorpora discursos de las ciencias sociales e Internet”, alejada de aquella más inmanentista y el narrativismo duro: su impronta en Las Mellizas del bardo queda compuesta por el frenético ritmo de escritura establecido, una trama llena de violencia en un futuro no tan lejano, un cyborg  Lionel Messi y una protagonista que narra e interpela a lo largo del libro a un lector omnipresente.

 

Visto en Revista/Tónica

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Tuesday








CR

Cincuenta Sobras de Grey


Apenas hace unos meses, E.L. James era una completa desconocida. Típica madre de familia de Londres, aburrida y asalariada. Ahora tiene tanta plata que no sabe qué hacer con ella. En lo que escriba este texto, seguro que hará mucho más dinero de lo que ganamos en un mes. ¿Cómo le hizo? Escribió una serie de fanfics de Crepúsculo, cambió algunos datos para que no se viera muy Quetzal, y lo subió a Kindle sin antes haberlo corregido o editado.
Fifty Shades of Grey está en boca de todos, para bien o para mal. Los neoconservadores puritanos lo leen ruborizados, los alemanes ya van en la sexta edición, ha sido traducido a varios idiomas y ha vendido multitud de copias alrededor del mundo, incluyendo América Latina.
¿Qué es lo que lo hace sobresalir del montón? Es una historia de amor y sadomasoquismo.
No, en serio. ¿Qué es lo que lo hace sobresalir del montón?
Quienes hayan alguna vez lanzado jaculatorias sobre la decadencia de la humanidad y la hipersexualidad de la gente moderna, no han observado la reacción a Cincuenta Sombras de Grey. En pleno siglo veintiuno, las señoras – y no tan señoras – se sorprenden ante la mención de pinzas para pezones, cuentas anales, látigos, y todavía tienen que ir corriendo por el tumbaburros para ver qué significa BDSM. Será muy decadente e hipersexualizado, pero el público en general sigue siendo un infante. ¿De verás no sabían la existencia del sadomasoquismo?
Después de décadas de cine pseudoerótico como 9 1/2Sleeping with the Enemy, ¿les sigue sorprendiendo cualquier interacción sexual que no sea vainilla?

He leído fragmentos en la librería. Está pésimamente escrito (si algún día E.L. quisiera gastar millones de libras en un corrector de estilo, estoy disponible) y es de lo más ñoño. En un especial de televisión en Channel 4, expertos en literatura alaban a James por la manera en la que escribe sus escenas eróticas. No obstante, son de lo más planas y llenas de eufemismos.


El escándalo de Cincuenta Sombras es un tanto similar al de Lady Chatterley’s Lover de D.H. Lawrence, que en su lanzamiento fue censurado por causar 
cuntroversia, fue impreso de manera independiente, y causó revuelo alrededor del mundo. En ese entonces hablaba de una mujer y su amorío, tema que – igual que el de la historia de James – no era nada nuevo para la sociedad. Quizás es la manera de distribución y la polémica entre unos cuantos la que hizo que la audiencia fuera guiada por la curiosidad, de la misma manera que ha sido guiada por este libro. No es tanto el contenido, sino el escándalo al respecto, lo que lo hace atractivo.
Los fanfics han existido desde deossabecuándo, y recuerdo en la adolescencia haber leído algunos buenísimos de Placebo que bien – obvio, también con sus cambios para evitar la caricaturización – pudieron haber tomado al mundo por sorpresa. También los ha habido de artistas más famosos, de series, películas y otros libros. ¿Por qué fue este el que llamó la atención? ¿Por qué a la gente le encanta leer sobre 

 
batos pisoteando mujeres? Tanto Crepúsculo como Cincuenta Sombras son odas a la manipulación masculina. Lady Chatterley, escrito hace más de ochenta años, era sobre la liberación femenina y su capacidad de elección en la alcoba. Repito, en pleno siglo veintiuno, ¿por qué se busca leer todo lo contrario? Peor aún, de la mano de mujeres escritoras; cuando D.H. Lawrence era varón. A algunas les gusta que su pareja tenga el control, pero no a todas. No generalicen.
Aún después de esta reflexión, sigo sin entender cómo una historia tan picante como el polvo Miguelito hace que las señoras se escandalicen y se fapeen al mismo tiempo. ¡Si crecieron – y vivieron – la revolución sexual! ¡Tuvieron quizás más libertades y loqueras que nosotros hoy en día, libres de consecuencias a corto plazo!
Si una serie de fanfics merece el éxito mundial, es el porno de Kriss Akabusi.
O este de dinosaurios con Jarvis Cocker.
Eso sí es variedad, escándalo y ruborización extrema.
(Obvio que no te vas a tocar leyendo sobre un estegosaurio haciéndole una felación al laborista David Milliband. Eso sí es perversión.)



Visto en Joya de Manzana

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V


Por Patricio Zunini
libros

Parte del oficio del escritor es reflexionar acerca del oficio del escritor. Esa reflexión aparece —por  supuesto— en la propia obra, pero no sólo allí: vuelve a surgir, y en ocasiones más explícitamente, en las entrevistas. Siguiendo esta idea, nos propusimos rastrear en las entrevistas hechas en el blog durante el último año y medio, aquellas afirmaciones de los autores que, por oposición, similitud o complementariedad, permiten avanzar hacia una definición de lo que se entiende hoy por novela.
El resultado, si acaso es un único, es un objeto fascinante que sólo puede verse a través de un vidrio esmerilado:
  • La novela es el espacio en el que empiezan a pasar otras cosas.
    Fernanda García Lao
  • Una novela intenta crear un mundo.
    Irene Villar (Puerto Rico)
  • ¿La literatura salva o pierde? Más bien, expande la conciencia.
    Guadalupe Nettel (México)
  • Una novela que no te acompaña es menos novela. Las novelas tienen que acompañarte en un viaje, en tu vida. Es uno de los requisitos del género.
    Juan Terranova
  • Uno siempre va escribiendo la novela que puede escribir.
    Lina Meruane (Chile)
  • El lugar de esa reflexión está en lo que uno escribe.
    Iosi Havilio
  • Todo lo que pienso lo llevo al terreno de la escritura: es un espacio de reflexión.
    Andrea Jeftanovic (Chile)
  • Tengo la sensación que cuando no escribo es como si no hubiese vivido. Siempre la tuve. Cuando nació mi hijo sentía que la experiencia era demasiada, entonces la escritura me volvía las cosas más comprensibles y, en un punto, más reales.
    Paloma Vidal
  • Uno nunca escribe sobre algo que no conoce en absoluto.
    Ignacio Molina
  • Las historias de amor que se ganan no valen la pena de ser contadas: son las de nuestros viejos. En literatura, asumiendo que la raspamos cuando escribimos nuestros libritos, el amor no es más que tramoya.
    Álvaro Enrigue (México)
  • Quizá una tarea de la literatura es encontrar estupidez allí donde no se la ve.
    Damián Tabarovsky
  • Hay dos grandes líneas en la literatura: la representación político-social de una época versus el apunte del diario íntimo, de lo más general a lo más particular.
    Guillermo Martínez
  • El mundo siempre está partido en dos: el mundo celeste y espiritual y el mundo terrestre se unen por el rito que los amalgama; la base empírica y la zona teórica y la ciencia se unen por el método; el mundo de las ideas y el mundo sensible se unen por la teoría filosófica. En el arte ocurre lo mismo: tenés la intuición, algo que no sabés cómo se expresa y tenés el producto terminado.
    Luis Sagasti
  • Para poder escribir tengo que estar muy segura del formato que va a tener.
    Gabriela Massuh
  • No tenía plan cuando escribía esta novela, lo hacía así. (…)Para mí todo es campo de experimentación.
    Juan Guinot
  • Es fundamental, sobre todo, conservar la libertad para que cada libro tenga su forma. Por más que sepa que nadie lo va a publicar, si es la forma que necesita lo quiero hacer así. Si después le va mal, mala suerte. Pero es mi compromiso con el libro.
    Ariel Magnus
  • En algún lado cuando uno escribe está latente la idea de un libro de guerra, un libro que cambie la realidad.
    Pedro Lipcovich
  • Muchas veces uno lee novelas de otros momentos de la historia de la literatura y dice “qué bueno estaría poder escribir así, qué bueno lograr este tipo de soltura”. La cuestión es qué camino tomar para lograr esa soltura. No podés ir para atrás: uno avanza para adelante.
    Pablo Katchadjian
  • No creo que haya objetos culturales, artefactos literarios o artísticos que no sean susceptibles a lecturas políticas.
    Leonardo Sabbatella
  • Política y literatura no son lo mismo, y si se confunden se empobrecen. Además de lo peligroso que puede ser esa confusión para ambas. La literatura vuelta propaganda, la política vuelta relato… no es lo que me gustaría ni para la política ni para la literatura.
    Natalia Moret
  • La novela es el género que me permite abordar los hechos de manera más compleja y, a mi modo de ver, sin cerrar la lectura.
    Laura Alcoba
  • Yo creo en las herramientas de la ficción, creo que pueden llegar a lugares donde no llega la investigación. Además la ficción se escribe para uno mismo. Es el diálogo del yo con el yo, como dice Hannah Arendt. La crónica es para otro, un otro muy concreto. Yo quiero hablar con el yo que soy yo. Hay una fe muy profunda en que esa es la función de la literatura.
    Leopoldo Brizuela
  • La posición de hacer un ensayo es la posición de saber: “yo sé sobre esto”; la posición de la narrativa es “yo no sé”. Por más que investigue e investigue, hay hechos que no sé por qué ocurren. Descubro las causas cuando escribo.
    Elsa Osorio
  • Me interesa la literatura en la que por un lado somos concientes de que estamos leyendo una construcción literaria, pero que por otro lado nos involucra a partir de los sentimientos o de los sentidos, de las sensaciones.
    Federico Falco
  • Si estoy en la cocina de mi casa llorando a mares soy patética. Si escribo sobre alguien que está en la cocina de su casa llorando a mares se vuelve interesante.
    Virginia Cosin
  • Si yo quiero construir una novela contemporánea, tengo que pensar qué está pasando a mi alrededor, quiénes son los personajes que construyen ese alrededor y cómo funciona.
    Sagrado Sebakis
  • ¿Cuándo empieza a ser obsceno, pornográfico, meterse en la intimidad de uno para mostrárselo a los demás? Hay que tener mucho cuidado, porque lo que para uno es una confesión, para otros es algo impúdico. Diferente es con la vida ajena: ahí no hay quién me detenga.
    Mauricio Bonnett (Colombia)
  • Tengo cierta cantidad de lectores que espera una nueva novela y siento la responsabilidad, pero no escribo para agradar a nadie porque escribo lo que me sale.
    Claudia Piñeiro
  • No pienso en el lector. No pienso en lo que le gusta a la gente. Me nefrega lo que le interesa a la gente. ¡Qué mierda me importa lo que le interesa a la gente!
    Angélica Gorodischer
  • Uno sigue escribiendo pero hablar de publicación es hablar de mercado: cómo te relacionas con la industria, con los lectores, con los críticos. Por supuesto que es importante, nada más yo hago el esfuerzo porque no sea lo que decida todo.
    Yuri Herrera (México)
  • Juan Martini dice que tenemos que reconocer que toda literatura es autobiográfica. Por supuesto, sería restrictivo decir que sólo es autobiográfico, pero seguro hay cosas de uno, no sería humano si no se colaran.
    Jorge Consiglio
  • Si soy capaz de transmitir lo que yo siento, lo que yo pienso, entonces podré compartirlo con el lector. Con un poco de suerte, podré lograr que se sienta reflejado en mis páginas, que pueda descubrir junto a mí los misterios en torno a qué significa estar vivo.
    Paul Auster (Estados Unidos)
  • Si alguien dice “yo creo, como Sábato, que la novela es el vehículo de las verdades más profundas de la condición humana”: si adjetiva mal esas verdades más profundas de la condición humana no van a aparecer. Y el que dice “literatura es contar una buena historia y entretener al lector”: si el tiempo verbal no está bien elegido la historia no va a funcionar y el lector no se va a entretener.
    Martín Kohan
  • El principio de realidad se construye a través de muchas cosas entre las cuales la voz es muy importante. Por lo tanto, si hablas de novela, nunca es tu propia voz: tienes que construirla, tienes que inventarla.
    Marcos Giralt Torrente (España)
  • Cuando Rosa Montero decía que la novela es como un acto de magia, yo creo que se remontaba a eso: el mago sabe que está ocultando, pero el asombro está en que vos no lo veas.
    Gustavo Nielsen
  • Yo creo que al lector le gusta conocer los mecanismos mediante los cuales se construye una novela.
    Sergio Ramírez (Nicaragua)
  • Posiblemente la honestidad en literatura esté sobrevalorada.
    Patricio Pron
  • Muchos dicen que no hay que poner a la ficción como sinónimo de la mentira. Habrá que hacer alguna salvedad sobre eso. Cada lector puede de pensar de manera diferente: yo creo que está claro que la ficción no es la mentira y la mentira no es la ficción, pero que de pronto hay un borde que se va transitando y que la ficción necesita de algún armado un poco mentiroso.
    Gustavo Kusminsky
  • Cuando uno escribe una novela policial parte de la dificultad de escribir una novela policial en Argentina. El problema básicamente está en la verosimilitud, no tanto de la historia, sino de los personajes. El prototipo de la novela negra norteamericana es vertical; no podemos leer una novela argentina donde el investigador sea policía.
    Osvaldo Aguirre
  • Entre burocracia y literatura no necesariamente encuentro una relación reñida. Algunas características del mundo absurdo de la burocracia guardan mucha poesía, para decirlo de alguna manera.
    Santiago Ambao
  • Un novelista y un escritor se hace trabajosamente con el tiempo.
    Carlos María Domínguez
  • ¿Quién es un escritor? Un escritor no es nadie: es una persona más que tiene una manera de canalizar su ansiedad, su angustia y su libido a través de escribir.
    Hernán Vanoli
  • La literatura y la cultura en términos no institucionales, lo que es un libro, lo que es un músico, me producen deseos de vivir.
    Fabián Casas

Visto en Eterna Cadencia

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